martes, 27 de marzo de 2012

Y la comida, ¿también se fotografía?


Acabo de llegar a casa, chic@s. Estoy terriblemente hambriento. Como buen fotógrafo, ya sabéis lo que hay que hacer, no? Lo primero es sacar la cámara del bolsillo, es decir, el iPhone. Lo segundo es abrir la nevera y empezar a hacer fotos. Sólo así disfrutaréis verdaderamente de la comida, si le dais al botoncito de la cámara. Pavo, queso, mortadela... Todo perfectamente cortado en láminas finas y cuidadosamente ordenado. Latas de refrescos y lechuga. La verdad es que ninguna de las imágenes me agrada demasiado. Ahora abro la puerta del mueble de la cocina. Más fotos. Cacao, avellanas y azúcar, mmmMMmmm. Esta fotografía es más chula, pero... no lo veo una comida consistente, mejor para el postre, no creéis? Ya lo tengo! Una de las instantáneas me acaba de abrir el apetito, es una lata de conservas. Pero tendré que "editarla" para poder comer, así que voy a abrirla...






Es una foto originalmente hecha en color con la aplicación de cámara del iPhone. La edición, y me refiero a la edición propiamente dicha, jeje, la hice con mi imprescindible "Snapseed". Primero pinché en el icono de "Black & White" para eliminar el color, modificando la luminosidad y el contraste. Luego me fui al apartado "Tune Image" y modifiqué también  la luminosidad, el ambiente y el contraste. Volvía a hacer estos dos pasos sucesivas veces hasta que conseguí que el fondo de la foto me quedase completamente blanco, excepto la sombra de la lata. El último toque se lo di con la propia aplicación de "Instagram", aplicando el filtro "Hudson". El resultado, el que habéis podido comprobar.

Mañana os mostraré una imagen editada con la app "Noir". Nos vemos!

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